Es embalaje que se descompone en el medio ambiente y se convierte en biomasa natural. Nuestro embalaje es un polímero biodegradable de materiales no tóxicos, naturales y reciclados, descompuestos por microorganismos en 180 días.
El proceso de compostaje transforma el embalaje en CO2, H2O y fertilizantes orgánicos de alta calidad, todo sin generar ningún gas tóxico. Esto significa que, acabe donde acabe el embalaje, al final de su vida se desintegrará totalmente y se convertirá en nutrientes para la tierra. Y como el material se descompone íntegramente, es fácil de eliminar.